miércoles, 7 de marzo de 2012

PEDRO ROSA ACUÑA

PEDRO ROSA ACUÑA "EL QUERREQUE"


Pedro rosa acuña nació en 1931, en la comunidad del cuartillo viejo, Municipio de Xilitla hijo de Juan Rosa Cárdenas, comerciante y originario de Tampico Tamaulipas, así como María Encarnación Acuña quien nació en Camitan, Chiapas y llego a Xilitla, en la época de la Revolución.

Desde niño, Pedro Rosa mostro una clara afición por la música. Prefería asistir los huapangos que asistir a la escuela, por lo que al cumplir doce años, su mama le mando hacer un violín con madera de pemoche, mismo que fue construido por un artesano de Xilitla llamado Agustín Hernández y apodado el Huitlacoche. Las cuerdas estaban hechas con tripas de tlacuache y en aquel rustico instrumento, Pedro logró crear los huapangos tradicionales que escuchaba desde niño en las calles de Xilitla. A los dieciocho años contrajo su primer matrimonio con Lorenza Díaz. Sus padrinos de boda fueron la Señora Miguel Luis Espino Gutiérrez y María Goytortua González. Pedro Rosa procreo con su esposa a: José Luis, María Encarnación, Yolanda, Edmundo y Lamberto.

De carácter más bien introvertido, Pedro fue animado por sus amigos y parientes para realizar su primera presentación como violinista y trovador. Esta se realizo en un baile en la casa de su medio hermano Librado Rosa Mata, en la Comunidad de Cruztitla, también en el municipio de Xilitla, pese a esta poca disposición de figurar en público, su capacidad para trovar y su buena voz le dieron fama en la Huasteca Potosina y sus alrededores. Pedro Rosa se identifico por su gran capacidad para improvisar y para componer versos de una manera libre y espontanea. Por igual, elaboraba sutiles   versos de amor, algunos llenos de de ironías, otros de crítica mordaz e incluso de doble sentido. Con los meses y los años fue requerido en eventos de todo tipo como Bautizos, primeras comuniones, bodas, así como en festejos civiles y banquetes políticos. Llego a ser invitado en distintos programas radiofónicos en Ciudad Valles, Tampico, y en la Ciudad de México en estaciones como la B Grande   y en la W, la Voz de la América Latina.

A lo largo de su corta pero fructífera carrera tuvo varios violines, algunos de muy buena calidad que, desafortunadamente remataba o empeñaba, en su afán de seguir las parrandas que desde muy joven le acompañaron.

En 1957, el Lic. Miguel Álvarez Acosta, entonces Director del Instituto  Nacional de Bellas Artes y quien había vivido en Xilitla entre 1936 y 1939, lo invito a la ciudad de México a tocar en el palacio de Bellas Artes en donde se realizo la única grabación profesional que existe hasta la fecha con la voz de Pedro Rosa y su trío “Xilitla” incluyendo los versos originales de El Querreque”.

Se dice que esta famosísima composición fue realizada alrededor de 1950 y la del El San Lorenzo, en 1951, aproximadamente.

E n sus  presentaciones musicales, Pedro Rosa Acuña se hizo acompañar, entre otros, de Julián Pichardo, Lucio Terán alternando con los hermanos Artemio, Luis y Lucio Villeda Marín, entre otros.

Además de sus constantes presentaciones en distintos pueblos de la Huasteca Potosina, era muy solicitado en Aguazarca, Qro., por el Gral. Porfirio Rubio, así como en los municipio de  Landa de Matamoros y Jalpan de Serra Qro. También en el municipio de Pisaflores Hgo. Se dice que entre 1956 y 1957 llegó a tocar siete noches seguidas, amenizando el palenque y los bailes de la feria local. También se presentó en feria regional de San Luis Potosí, así como en diferentes ciudades de Tamaulipas y Veracruz. A pesar de su negativa de salir de Xilitla y la Huasteca, fue incorporado a una gira artística que lo llevó a varios países incluyendo el Medio Oriente, donde entre otros artistas alterno con Lucha Villa e interpretó su creación “El Querreque”, con su inseparable violín, acompañado por un mariachi que le valió la ovación sincera del público en diversos países de Europa.

De una fina sensibilidad, Pedro Rosa Acuña fue por igual, amigo de gente pobre y rica, de políticos encumbrados, como de gente sencilla y de rancho, con la que siempre se identificó.

Se dice que gran  parte de los versos que compuso tenían relación con alguna experiencia de su vida… Como cuando dice que: “siendo yo carbonero, una vieja me ha tiznado”, haciendo alusión a una ocasión en que, habiendo amanecido crudo, acudió a desayunar a una fonda del mercado de Xilitla y frente a él, una mesera de formas generosas se agachó dándole la espalda para atizar el carbón del anafre sobre el que tenía el atole. Pedro Rosa le dio una nalgada a la mujer y esta furiosa,  en respuesta agarró un leño a medio encender y con el golpeó al atrevido trovador que salió huyendo del lugar.

Su apostura, su voz y su inspiración le ganaron éxito con las mujeres. Fue un bohemio entregado de lleno a su oficio de trovador.

Relacionado con lo anterior, desde muy joven tuvo una gran afición por la bebida que le atrajo grandes problemas. A fines de1963, con tan solo 32 años de edad, Pedro enfrentaba problemas serios de salud. Se dice que desolado por este escenario que le rodeaba, se encerró en el pequeño cuarto que rentaba, cerca de la Joyita de Xilitla, preso de una profunda depresión. En varios días se negó a probar alimento. En sus últimos meses fue asistido tan solo por sus familiares y amigos más cercanos.

En una mañana del 3 de enero de 1964, en que era visitado por sus hermanos Porfirio, José y su sobrino Juan, Pedro se sentó en la cama pidió su violín y pese a su extrema debilidad, con sorprendente agilidad, tocó algunos versos del San Lorenzo, su sobrino Juan lo acompaño con la jarana.


Se dice que el último verso que cantó fue:
“La primera luz que vi, bajo todos los colores,
Lugar donde yo nací, ¡Xilitla tierra de amores!,
La de San Luis Potosí…
¡Está es mi tierra, señores!

Acto seguido, Pedro exclamó… “bueno. Ahí nos vemos”… y se acostó de nuevo en su cama. Minutos después, sus hermanos se dieron cuenta que había fallecido.
Pedro Rosa Acuña, murió como había vivido, como un bohemio desprendido de todo lo material. Nunca registró su música y con el paso de los años, sus magistrales composiciones pasaron a ser dominio público reportando grandes beneficios económicos a otros huapangueros y compositores que presentaron oficialmente como suyas las creaciones del xilitlense.

Es indudable la enorme deuda que el son huasteco, Xilitla y la Huasteca presente en distintos estados de la republica mexicana, tiene con este importante compositor.